Hoy toca visitar uno de los parques nacionales de Croacia, el noroeste de la isla de Mljet, está situado a unos 20 millas de nuestro fondeo, tenemos algunas rachas de viento que intentamos aprovechar pero la velocidad no sube más de 3 nudos, con “la presión de la agenda” enrollamos génova y rumbo directo con el motor.
La entrada a la bahía de Polace está bastante bien señalizada en los derroteros, tras recorrer varios canales naturales entre pequeñas islas, se abre un espectacular fondeadero natural, donde encontramos varios veleros fondeados en el centro, nos unimos al grupo de los que han preferido cabos por popa a los arboles, debemos de estar unas 50 embarcaciones pero no hay ninguna sensación de agobio.
Después de comer, con la zodiac bajamos al pueblo, donde compramos los tickets (90 kunas por persona) para el parque natural, nos suben en minibús hasta un encantador rincón donde nos espera una pequeña embarcación que recorre el lago interior (realmente es una entrada de mar) hasta una pequeña islita y posteriormente hasta una zona de baño, conocida como Little Bridge, la zona es perfecta para alquilar unas canoas o bicicletas.
Sin duda, fondear en Polace y visitar el parque, merece mucho la pena, no debe de dejarse pasar este punto al navegar por estas aguas, incluso si se viene una semana de charter.
Antes de volver al barco, se hace imprescindible reponer nuestras reservas de cerveza, nos hemos acostumbrado a la ”Karlovacho” local que ya se ha convertido en grito de guerra, ya de noche cerrada cruzamos la bahía hasta nuestro barco, donde daremos cuenta de una suculenta barbacoa.
"La estela se estira, blanca y llena de vida de día, luminosa de noche, como una larga cabellera de ensueño y estrellas. El agua corre sobre la carena, y gruñe, canta o gime, según el viento, según el cielo, según que el ocaso sea rojo o gris" . EL LARGO VIAJE, Bernard Moitessier.
DOMINGO 14/08: DUBROVNIK MARINA - CROACIA (42º40,2´N, 018º07,8´ E)
Me invade un sentimiento de tristeza, me despido de una maravillosa semana de sensaciones únicas y maravillosas, ha sido una experiencia mágica difícilmente repetible.
Conseguir un amarre en esta marina en el mes de agosto es imposible, aunque las condiciones naturales que tiene en el interior de una ría de unas 5 millas de profundidad, permite pasar la noche fondeado en el exterior sin el mayor inconveniente junto a otros 20 veleros, tampoco han puesto ningún problema en usar sus instalaciones ni en el amarre de la auxiliar (junto a la tienda náutica, pasado el pantalán, hay un pequeño muelle muy válido para este fin).
Desde aquí se puede visitar Dubrovnik en autobús o taxi (15 euros), hacer la colada en la lavandería y abastecerte en un supermercado, junto a la barrera de seguridad. Aprovechando el paso por la gasolinera, tomamos agua del grifo más cercano y preparados para recorrer las islas de la región de Dalmacia, nos hicimos a la mar bajo el espectacular puente colgante.
La marina no sirve como Harbour Office para declarar nueva tripulación, así que nos adentramos en el puerto de Gruz (junto al puente colgante) buscando la citada oficina, entrando a babor vemos las oficinas de aduanas que sirven como puerto de entrada, pero este trámite ya lo hicimos en Cavtat, unos 200 mts más adelante puedes abarloarte al muelle del paseo marítimo, enfrente de la aduana está la capitanía del puerto, donde no se tarda más de 5 minutos en hacer el trámite.
Nuestro primer destino son las Elephite Islands, pretendemos pasar la noche en el sur de la isla de Sipan, en la bahía de Sudurad (42º42,6´N, 017º55´ E), según entras en la bahía con el pequeño puertecito en la proa, tenemos dos opciones: fondear a nuestro estribor o , la elegida, fondear con cabos por popa a los arboles a nuestro babor, donde vemos un solitario rincón apto para 3 ó 4 veleros, finalmente pasamos la noche totalmente solos en este paradisiaco lugar, con 35 metros de cadena y 2 cabos de 40 metros, a sendas rocas.
Hemos visto por la zona, la “temible” señal de prohibido fondear, un ancla invertida dibujada sobre un enorme bloque de hormigón, esta solución es bastante correcta ya que no tienes que discutir si la información de los derroteros o las cartas está actualizada.
Conseguir un amarre en esta marina en el mes de agosto es imposible, aunque las condiciones naturales que tiene en el interior de una ría de unas 5 millas de profundidad, permite pasar la noche fondeado en el exterior sin el mayor inconveniente junto a otros 20 veleros, tampoco han puesto ningún problema en usar sus instalaciones ni en el amarre de la auxiliar (junto a la tienda náutica, pasado el pantalán, hay un pequeño muelle muy válido para este fin).
Desde aquí se puede visitar Dubrovnik en autobús o taxi (15 euros), hacer la colada en la lavandería y abastecerte en un supermercado, junto a la barrera de seguridad. Aprovechando el paso por la gasolinera, tomamos agua del grifo más cercano y preparados para recorrer las islas de la región de Dalmacia, nos hicimos a la mar bajo el espectacular puente colgante.
La marina no sirve como Harbour Office para declarar nueva tripulación, así que nos adentramos en el puerto de Gruz (junto al puente colgante) buscando la citada oficina, entrando a babor vemos las oficinas de aduanas que sirven como puerto de entrada, pero este trámite ya lo hicimos en Cavtat, unos 200 mts más adelante puedes abarloarte al muelle del paseo marítimo, enfrente de la aduana está la capitanía del puerto, donde no se tarda más de 5 minutos en hacer el trámite.
Nuestro primer destino son las Elephite Islands, pretendemos pasar la noche en el sur de la isla de Sipan, en la bahía de Sudurad (42º42,6´N, 017º55´ E), según entras en la bahía con el pequeño puertecito en la proa, tenemos dos opciones: fondear a nuestro estribor o , la elegida, fondear con cabos por popa a los arboles a nuestro babor, donde vemos un solitario rincón apto para 3 ó 4 veleros, finalmente pasamos la noche totalmente solos en este paradisiaco lugar, con 35 metros de cadena y 2 cabos de 40 metros, a sendas rocas.
Hemos visto por la zona, la “temible” señal de prohibido fondear, un ancla invertida dibujada sobre un enorme bloque de hormigón, esta solución es bastante correcta ya que no tienes que discutir si la información de los derroteros o las cartas está actualizada.
VIERNES 12/08: CAVTAT - CROACIA (42º34,9´N, 018º13,5´ E)
A media mañana, TdB deja por estribor la península de Prevlaka y con rumbo norte nos dirigimos a “pasar la frontera” en unos de los puertos habilitados para tal fin, la ciudad de Cavtat.
La aproximación desde el sur, obliga a dejar por estribor una enorme señal de peligro aislado, nos encontramos con dos bahías, en la primera encontramos el muelle de aduanas con una enorme Q sobre fondo amarillo, hay sitio para dos veleros abarloados, nadie esta pendiente de este muelle para ayudarte, además hay que tener en cuenta que la dirección habitual en verano del viento y las olas es del noroeste por lo que te sientes “contundentemente” lanzado contra el muelle de piedra, creo que es mejor fondear con ancla y dejar caer la popa hasta el muelle, haciendo firme dos cabos a sendas anillas.
La odisea comienza primero en la oficina de aduanas, bien señalizada, pero a quien se le ocurre que es un cuartito con dos funcionarios de la policía y está atravesando la terraza de un restaurante, presentas el pasaporte, te los sellan y devuelven junto con un documento para sellar en Capitanía.
Llegas a Capitanía (Harbour Office) donde tienes que rellenar el “Crew list”, pagar la tasa de navegación (230 euros), recoger una pegatina y 4 copias de la “entrada del barco”, vuelves a la Aduana.
En la aduana, de las 4 copias se quedan con dos, te devuelven selladas dos de ellas, una de las cuales es para ti y la otra...................hay que volver a llevarla a Capitanía.
¡¡¡Menos mal que las dos oficinas están a doscientos metros¡¡¡
Cada vez que cambia algún tripulante, hay que volver a cualquier Capitanía de Puerto y “darlo de alta”, lo llevan muy en serio por tanto, la multa en caso de incumplimiento debe ser bastante seria, mejor no jugársela.
Casi con la puesta de sol, suelto amarras para dirigirme a la bahía contigua a pasar la noche.........piiiiiiiiiiiiiiiiii¡¡ el motor se para, el sol me cegaba y no he visto una línea de boyas, junto al muelle de aduanas....¡¡me la he comido enterita¡¡¡
TdB se ha quedado enganchado a la línea de boyas, corto un cabo que se alcanza desde es el espejo de popa, ayudado con un poco de génova alcanzo el centro del puerto y largo a mano toda la cadena, mañana será otro día.
Por la mañana temprano, bajo a ver el aspecto de la hélice, es totalmente desolador: una boya de unos 20 cms, 3 boyas de 10 cms y un número de metros indeterminado de cabo, todo en forma de madeja alrededor del eje.
Pensándolo hoy con calma, creo que tengo un ángel de la guarda que me quiere mucho e hizo todo el trabajo porque no entiendo como al final del día, no había ni rastro de lo ocurrido en el eje de la hélice, espero que ese ángel de la guarda no me abandone nunca. Este hecho me ha hecho pensar que para travesías largas es necesario llevar una pequeña botella de buceo, de las que se colocan en la boca como si fuese un tubo de snorkel.
La aproximación desde el sur, obliga a dejar por estribor una enorme señal de peligro aislado, nos encontramos con dos bahías, en la primera encontramos el muelle de aduanas con una enorme Q sobre fondo amarillo, hay sitio para dos veleros abarloados, nadie esta pendiente de este muelle para ayudarte, además hay que tener en cuenta que la dirección habitual en verano del viento y las olas es del noroeste por lo que te sientes “contundentemente” lanzado contra el muelle de piedra, creo que es mejor fondear con ancla y dejar caer la popa hasta el muelle, haciendo firme dos cabos a sendas anillas.
La odisea comienza primero en la oficina de aduanas, bien señalizada, pero a quien se le ocurre que es un cuartito con dos funcionarios de la policía y está atravesando la terraza de un restaurante, presentas el pasaporte, te los sellan y devuelven junto con un documento para sellar en Capitanía.
Llegas a Capitanía (Harbour Office) donde tienes que rellenar el “Crew list”, pagar la tasa de navegación (230 euros), recoger una pegatina y 4 copias de la “entrada del barco”, vuelves a la Aduana.
En la aduana, de las 4 copias se quedan con dos, te devuelven selladas dos de ellas, una de las cuales es para ti y la otra...................hay que volver a llevarla a Capitanía.
¡¡¡Menos mal que las dos oficinas están a doscientos metros¡¡¡
Cada vez que cambia algún tripulante, hay que volver a cualquier Capitanía de Puerto y “darlo de alta”, lo llevan muy en serio por tanto, la multa en caso de incumplimiento debe ser bastante seria, mejor no jugársela.
Casi con la puesta de sol, suelto amarras para dirigirme a la bahía contigua a pasar la noche.........piiiiiiiiiiiiiiiiii¡¡ el motor se para, el sol me cegaba y no he visto una línea de boyas, junto al muelle de aduanas....¡¡me la he comido enterita¡¡¡
TdB se ha quedado enganchado a la línea de boyas, corto un cabo que se alcanza desde es el espejo de popa, ayudado con un poco de génova alcanzo el centro del puerto y largo a mano toda la cadena, mañana será otro día.
Por la mañana temprano, bajo a ver el aspecto de la hélice, es totalmente desolador: una boya de unos 20 cms, 3 boyas de 10 cms y un número de metros indeterminado de cabo, todo en forma de madeja alrededor del eje.
Pensándolo hoy con calma, creo que tengo un ángel de la guarda que me quiere mucho e hizo todo el trabajo porque no entiendo como al final del día, no había ni rastro de lo ocurrido en el eje de la hélice, espero que ese ángel de la guarda no me abandone nunca. Este hecho me ha hecho pensar que para travesías largas es necesario llevar una pequeña botella de buceo, de las que se colocan en la boca como si fuese un tubo de snorkel.
JUEVES 11/08: KOTOR (42º25,5´N, 018º46,4´ E)
La llegada desde el sur a Boka Kotorsca es imponente, tres antiguas fortificaciones protegen la entrada a las 3 bahías consecutivas, rodeadas de montañas que alcanzan los 1.000 metros de altitud.
Sin ninguna duda, ha sido uno de los puntos de la singladura que ha superado las expectativas iniciales, este lugar no se debe de pasar por alto para quien navegue por estos lares, incluso para un salto desde Dubrovnik.
En la primera bahía, la península occidental pertenece a Croacia y la zona oriental a Montenegro, se divisan instalaciones militares abandonadas, diversa chatarra flotante y lo más llamativo, las 4 ó 5 bases de submarinos en las que te puedes adentrar con la auxiliar.
A pesar de ciertos emplazamientos vacacionales, el color verde de la vegetación domina todo lo que la vista alcanza, quizás el haber sido zona militar lo halla protegido de la “fiebre del ladrillo”.
Para acceder a la última bahía, con Kotor al fondo, debemos de pasar por un estrecho donde ferrys realizan trayectos transversales cada 10 minutos, aquí lo de la preferencia se entiende de otra forma.
La visita a las pequeñas islas de “Gospa Od Skrpjela” y “Sv Djordje” se hace imposible desde el velero, parece que están protegidas por un ejército de “taxi-boat” y golondrinas de turistas en constante circulación. Cuenta la leyenda que en una victoria sobre la armada turca, hundieron sus navíos en este punto y apilaron gran cantidad de rocas sobre ellos para crear estas dos pequeñas islas como emplazamientos religiosos, el día de la patrona de la ciudad de Perast, todos los habitantes arrojan una piedra, desde todo tipo de embarcaciones, con objeto de rememorar dicho acontecimiento.
Pero el plato fuerte de esta zona, es la visita nocturna a la población de Kotor y la subida a su fortaleza (antes de las 08:00h, para evitar el calor en la subida), amarrado al pequeño puerto por 29 euros-día, tienes agua y luz, y la entrada de la “Old Town” a 50 metros, sin duda alguna merece la pena.
Frente al muelle, existe un mercado tradicional de verduras por la mañana, los precios no son nada económicos pero la visión de la fruta es espectacular, aparte de esto tienen un par de supermercados para el resto de la compra.
El anunciado frente, pasó rápidamente sobre la bahía, la lectura del equipo de viento alcanzó los 44 nudos, con cielo totalmente despejado, solo me puedo imaginar que hubiese pasado estando fondeado en la bahía y no el puerto.
Sin ninguna duda, ha sido uno de los puntos de la singladura que ha superado las expectativas iniciales, este lugar no se debe de pasar por alto para quien navegue por estos lares, incluso para un salto desde Dubrovnik.
En la primera bahía, la península occidental pertenece a Croacia y la zona oriental a Montenegro, se divisan instalaciones militares abandonadas, diversa chatarra flotante y lo más llamativo, las 4 ó 5 bases de submarinos en las que te puedes adentrar con la auxiliar.
A pesar de ciertos emplazamientos vacacionales, el color verde de la vegetación domina todo lo que la vista alcanza, quizás el haber sido zona militar lo halla protegido de la “fiebre del ladrillo”.
Para acceder a la última bahía, con Kotor al fondo, debemos de pasar por un estrecho donde ferrys realizan trayectos transversales cada 10 minutos, aquí lo de la preferencia se entiende de otra forma.
La visita a las pequeñas islas de “Gospa Od Skrpjela” y “Sv Djordje” se hace imposible desde el velero, parece que están protegidas por un ejército de “taxi-boat” y golondrinas de turistas en constante circulación. Cuenta la leyenda que en una victoria sobre la armada turca, hundieron sus navíos en este punto y apilaron gran cantidad de rocas sobre ellos para crear estas dos pequeñas islas como emplazamientos religiosos, el día de la patrona de la ciudad de Perast, todos los habitantes arrojan una piedra, desde todo tipo de embarcaciones, con objeto de rememorar dicho acontecimiento.
Pero el plato fuerte de esta zona, es la visita nocturna a la población de Kotor y la subida a su fortaleza (antes de las 08:00h, para evitar el calor en la subida), amarrado al pequeño puerto por 29 euros-día, tienes agua y luz, y la entrada de la “Old Town” a 50 metros, sin duda alguna merece la pena.
Frente al muelle, existe un mercado tradicional de verduras por la mañana, los precios no son nada económicos pero la visión de la fruta es espectacular, aparte de esto tienen un par de supermercados para el resto de la compra.
El anunciado frente, pasó rápidamente sobre la bahía, la lectura del equipo de viento alcanzó los 44 nudos, con cielo totalmente despejado, solo me puedo imaginar que hubiese pasado estando fondeado en la bahía y no el puerto.
MARTES 09/08: DE ALBANIA A MONTENEGRO
Las previsiones meteorológicas parece que se han quedado cortas, un frente está barriendo el norte de las islas Baleares con vientos de fuerza 8 en dirección al Adriático, la información del sistema Navtex anuncia rachas previstas de 65 nudos en el Adriático norte.
La última travesía por aguas albanesas buscando la bahía de Kotor es más extensa de lo habitual, unas 90 millas, la velocidad con la que se está moviendo el frente me deja un margen de seguridad de 12 horas, así que sin dudarlo la proa del TdB pone rumbo a la frontera virtual entre las aguas territoriales de Albania y Montenegro, un nuevo ritual de cambio de banderas de cortesía tiene lugar sobre cubierta.
En este tipo de travesías, me alegro de la decisión de instalar el radar, cada milla que acumulamos creo que sería mi elección, en el caso de tener que optar por un único equipo electrónico a bordo, por encima de plotters, gps y demás ayudas, con la alarma conectada me permite dormitar periodos de ½ hora durante la navegación.
Como por arte de magia, ha sido iniciar la navegación por aguas de Montenegro y volver a encontrar otros veleros, pensaba recalar en Bar pero debido a las previsiones meteo prefiero quedar “atrapado” en la bahía de Kotor.
La última travesía por aguas albanesas buscando la bahía de Kotor es más extensa de lo habitual, unas 90 millas, la velocidad con la que se está moviendo el frente me deja un margen de seguridad de 12 horas, así que sin dudarlo la proa del TdB pone rumbo a la frontera virtual entre las aguas territoriales de Albania y Montenegro, un nuevo ritual de cambio de banderas de cortesía tiene lugar sobre cubierta.
En este tipo de travesías, me alegro de la decisión de instalar el radar, cada milla que acumulamos creo que sería mi elección, en el caso de tener que optar por un único equipo electrónico a bordo, por encima de plotters, gps y demás ayudas, con la alarma conectada me permite dormitar periodos de ½ hora durante la navegación.
Como por arte de magia, ha sido iniciar la navegación por aguas de Montenegro y volver a encontrar otros veleros, pensaba recalar en Bar pero debido a las previsiones meteo prefiero quedar “atrapado” en la bahía de Kotor.
LUNES 08/08: ALBANIA 2
He dejado todos los tambuchos abiertos, quería despertarme con las primeras luces del alba pero a las 05:00 ya estoy sobre cubierta, es un momento perfecto para contemplar la constelación de Orión, ahora en verano ha sido relegada a un pequeño momento de gloria, pero en invierno volverá a reinar sobre el cielo estrellado.
Es demasiado temprano, una parte muy importante de mí se ha quedado en el camarote, a pesar de la hora me preparo el desayuno habitual: café, zumo y tostadas con mantequilla y mermelada.
Levo el ancla, iluminado por el despertar del día tras las impresionantes cumbres albanesas, lentamente voy dejando atrás el fondeo, me voy separando de la costa para aprovechar el leve viento del sur que se está levantando, a lo largo del día irá arreciando hasta los 15 nudos pero acompañados de una incómoda ola por la popa.
El mar permanece solitario, esta travesía es sorprendente, después de las concurridas aguas griegas, no se divisan otros veleros en esta inmensa soledad, pero no me siento solo, me siento completo en esta travesía. Deseaba intensamente llegar a esta parte del viaje, presumía que podía ser diferente, que cambiarían las percepciones que tengo de muchos sentimientos, pero la verdad es que está superando las expectativas, tiempo al tiempo.
La sonrisa me acompaña, los ojos brillantes otean el horizonte, lo que podría definir “no será para tanto” se está convirtiendo en “un sueño hecho realidad”, de esos sueños de los que nunca se quiere despertar.
Por estribor, dejo un importante emplazamiento de la antigua “Serenissima República de Venecia”, la isla de Sazan, anunciando la entrada a la bahía de Vlore, en el Cabo Gallovecit hay un excelente fondeadero protegido de viento sur, pero paso de largo, no quiero detenerme, no tengo un punto fijo de llegada, el viento decidirá donde puedo dormir hoy, doy rienda suelta a mi pasión en el TdB con rumbo norte sin volver la vista atrás.
El viento levemente comienza a caer, pero no lo suficiente para permitir que las olas se fundan con el resto de la superficie salada, la popa del TDB se zarandea al compás de este mar, arranco el motor para acomodarme a la nueva situación y equilibrar la sensación de surfeo.
Un nuevo y maravilloso día de navegación va llegando a su fin, el lugar elegido para fondear es la cara norte del Cabo Laghi (41º09,21´N, 019º27,47´ E), al sur de la ciudad de Durres, con una aproximación desde el sur o el oeste con bastante peligro, un bajo de ½ milla te obliga a darle resguardo antes de permitir que el ancla busque un nuevo fondo de arena sobre la que reposar.
El baño vespertino acompañado con la caricia de una suave y delicada puesta de sol, pone fin a uno de esos días para recordar y no olvidar.
Es demasiado temprano, una parte muy importante de mí se ha quedado en el camarote, a pesar de la hora me preparo el desayuno habitual: café, zumo y tostadas con mantequilla y mermelada.
Levo el ancla, iluminado por el despertar del día tras las impresionantes cumbres albanesas, lentamente voy dejando atrás el fondeo, me voy separando de la costa para aprovechar el leve viento del sur que se está levantando, a lo largo del día irá arreciando hasta los 15 nudos pero acompañados de una incómoda ola por la popa.
El mar permanece solitario, esta travesía es sorprendente, después de las concurridas aguas griegas, no se divisan otros veleros en esta inmensa soledad, pero no me siento solo, me siento completo en esta travesía. Deseaba intensamente llegar a esta parte del viaje, presumía que podía ser diferente, que cambiarían las percepciones que tengo de muchos sentimientos, pero la verdad es que está superando las expectativas, tiempo al tiempo.
La sonrisa me acompaña, los ojos brillantes otean el horizonte, lo que podría definir “no será para tanto” se está convirtiendo en “un sueño hecho realidad”, de esos sueños de los que nunca se quiere despertar.
Por estribor, dejo un importante emplazamiento de la antigua “Serenissima República de Venecia”, la isla de Sazan, anunciando la entrada a la bahía de Vlore, en el Cabo Gallovecit hay un excelente fondeadero protegido de viento sur, pero paso de largo, no quiero detenerme, no tengo un punto fijo de llegada, el viento decidirá donde puedo dormir hoy, doy rienda suelta a mi pasión en el TdB con rumbo norte sin volver la vista atrás.
El viento levemente comienza a caer, pero no lo suficiente para permitir que las olas se fundan con el resto de la superficie salada, la popa del TDB se zarandea al compás de este mar, arranco el motor para acomodarme a la nueva situación y equilibrar la sensación de surfeo.
Un nuevo y maravilloso día de navegación va llegando a su fin, el lugar elegido para fondear es la cara norte del Cabo Laghi (41º09,21´N, 019º27,47´ E), al sur de la ciudad de Durres, con una aproximación desde el sur o el oeste con bastante peligro, un bajo de ½ milla te obliga a darle resguardo antes de permitir que el ancla busque un nuevo fondo de arena sobre la que reposar.
El baño vespertino acompañado con la caricia de una suave y delicada puesta de sol, pone fin a uno de esos días para recordar y no olvidar.
DOMINGO 07/08: ALBANIA 1
El domingo por la mañana se inicia la aventura, navegar desde la isla de Corfú hasta la región de Dalmacia en Croacia.
Los primeros días discurrirán a lo largo de la costa de Albania, un país todavía desconocido y sobre el que ponemos caras raras, cada vez que se habla de él. Creo que se debe a que recordamos tiempos pasados, había que navegar próximos a la costa italiana para evitar las redes de los pesqueros albaneses, los cuales “te pescaban casualmente” y te remolcaban a puerto, donde las autoridades les entregaban un rescate por “el salvamento”, a ti te detenía por entrada ilegal en el país y tu barco se quedaba en puerto a la espera de pagar una multa, prácticamente equivalente a su valor.
El Pilot de las costas griegas del jónico, ocupa su nuevo lugar en el fondo del tambucho del camarote de proa, lo sustituye el de Ediciones Magnamare (777 harbours y anchorages) para la costa este del Adriatico, escrito por Karl-Heinz Bestandig y Dario Silvestro, es una información con la que debemos de contar a bordo si queremos navegar por estas aguas., viene bastante detallado y con planos de fondeos bastante descriptivos
El viento arrecia, aúlla en las jarcias al atravesar el estrecho entre Corfú y la costa albanesa. Este estrecho siempre tiene su propio régimen de vientos, independientemente de las previsiones meteorológicas, el viento se incremente repentinamente desde 10 a 25 nudos, si pasamos a vela, mejor será que estemos preparados y atentos a la necesidad real de trapo en cada momento.
Tras dejar la isla de Corfú, el viento se establece en 7 nudos de componente suroeste, me ayudo del motor para no perder demasiado camino en este primer día. El calor se deja notar, llega a ser asfixiante a mediodía, nada mejor que unos cubos de agua salada para refrescarse.
El primer destino de la costa albanesa está en las inmediaciones de Porto Palermo, no tengo un lugar definido para pasar la noche, lo más importante es ir ganando norte, las previsiones no son nada esperanzadoras para mediados de semana, se prevé que una depresión recorra rápidamente el norte del Mediterráneo, localmente en el Adriático se esperan vientos entre 40 y 45 nudos, cae la tarde y dejo libre el ancla en una cala conocida como “Llaman´s Creek” (40º04,78´N, 019º46,15´ E), frente a una pequeña playa con una entrada “secreta” para submarinos protegida por varios emplazamientos de armas de gran calibre, para mi sorpresa está repleta de gente y la ambienta una “occidental” carpa, al más puro estilo chill-out con música que escuchábamos hace años, todo este ambiente acompañados de tres motos de agua que se divierten entre acelerones y caídas al agua, ¡¡aquí también ha llegado los progresos de la civilización¡¡, menos mal que al anochecer la playa se queda desierta y la música se diluye en el rumor de las olas.
Los primeros días discurrirán a lo largo de la costa de Albania, un país todavía desconocido y sobre el que ponemos caras raras, cada vez que se habla de él. Creo que se debe a que recordamos tiempos pasados, había que navegar próximos a la costa italiana para evitar las redes de los pesqueros albaneses, los cuales “te pescaban casualmente” y te remolcaban a puerto, donde las autoridades les entregaban un rescate por “el salvamento”, a ti te detenía por entrada ilegal en el país y tu barco se quedaba en puerto a la espera de pagar una multa, prácticamente equivalente a su valor.
El Pilot de las costas griegas del jónico, ocupa su nuevo lugar en el fondo del tambucho del camarote de proa, lo sustituye el de Ediciones Magnamare (777 harbours y anchorages) para la costa este del Adriatico, escrito por Karl-Heinz Bestandig y Dario Silvestro, es una información con la que debemos de contar a bordo si queremos navegar por estas aguas., viene bastante detallado y con planos de fondeos bastante descriptivos
El viento arrecia, aúlla en las jarcias al atravesar el estrecho entre Corfú y la costa albanesa. Este estrecho siempre tiene su propio régimen de vientos, independientemente de las previsiones meteorológicas, el viento se incremente repentinamente desde 10 a 25 nudos, si pasamos a vela, mejor será que estemos preparados y atentos a la necesidad real de trapo en cada momento.
Tras dejar la isla de Corfú, el viento se establece en 7 nudos de componente suroeste, me ayudo del motor para no perder demasiado camino en este primer día. El calor se deja notar, llega a ser asfixiante a mediodía, nada mejor que unos cubos de agua salada para refrescarse.
El primer destino de la costa albanesa está en las inmediaciones de Porto Palermo, no tengo un lugar definido para pasar la noche, lo más importante es ir ganando norte, las previsiones no son nada esperanzadoras para mediados de semana, se prevé que una depresión recorra rápidamente el norte del Mediterráneo, localmente en el Adriático se esperan vientos entre 40 y 45 nudos, cae la tarde y dejo libre el ancla en una cala conocida como “Llaman´s Creek” (40º04,78´N, 019º46,15´ E), frente a una pequeña playa con una entrada “secreta” para submarinos protegida por varios emplazamientos de armas de gran calibre, para mi sorpresa está repleta de gente y la ambienta una “occidental” carpa, al más puro estilo chill-out con música que escuchábamos hace años, todo este ambiente acompañados de tres motos de agua que se divierten entre acelerones y caídas al agua, ¡¡aquí también ha llegado los progresos de la civilización¡¡, menos mal que al anochecer la playa se queda desierta y la música se diluye en el rumor de las olas.
SABADO 06/08: CORFU (39º39,53´N, 019º51,35´ E)
Estas etapas del Jónico finalizan donde comenzaron, en la isla de Corfú, amarrados en el pantalán de Gouvia Marina, donde pasamos por la lavandería con dos bolsas enormes, por el supermercado para reponer lo imprescindible (precios de asalto a mano armada), rellenar los depósitos de agua y combustibles, y preparar la singladura por el Adriático.
Desde Parga, costeamos el continente con escalas en Mourtos (Sivota), totalmente recomendable, con sus pequeñas islas y bahías para fondear, y en Igoumenitsa, puerto nada recomendable por su continuo tráfico de ferrys entre Grecia e Italia.
Desde Parga, costeamos el continente con escalas en Mourtos (Sivota), totalmente recomendable, con sus pequeñas islas y bahías para fondear, y en Igoumenitsa, puerto nada recomendable por su continuo tráfico de ferrys entre Grecia e Italia.
JUEVES 04/08: PARGA (39º16,67´N, 020º23,44´ E)
La llegada a esta bahía no deja indiferente a nadie, por su castillo veneciano en lo alto, por su bulliciosa playa, por su pueblecito de postal idílica o por las continuas idas y venidas de “esos locos cacharros inflables” tirados por caballos (de una lancha) donde la personas se convierten en contorsionistas.
Fondeamos en el centro de la bahía junto a unos 10 veleros más, bastantes protegidos del viento pero con algo de mar de fondo que se adentraba en la bahía. Los últimos rayos de sol iluminaban las ruinas del castillo, cuando nos dispusimos a cenar.
Por la mañana, en un taxi-boat que nos recogía y dejaba a bordo, por 7 euros/persona, nos dirigimos al pueblo para perdernos entre sus turísticas calles, plagadas de tiendas de souvenirs y subir al castillo para contemplar la impresionante vista, por cierto en un cartel se advierte que la entrada en el castillo es bajo nuestra responsabilidad, ya que no tiene vigilancia ni mantenimiento y es cierto, la parte alta de la construcción carece de protección y puedes precipitarte al vacío, si no estamos atentos.
Fondeamos en el centro de la bahía junto a unos 10 veleros más, bastantes protegidos del viento pero con algo de mar de fondo que se adentraba en la bahía. Los últimos rayos de sol iluminaban las ruinas del castillo, cuando nos dispusimos a cenar.
Por la mañana, en un taxi-boat que nos recogía y dejaba a bordo, por 7 euros/persona, nos dirigimos al pueblo para perdernos entre sus turísticas calles, plagadas de tiendas de souvenirs y subir al castillo para contemplar la impresionante vista, por cierto en un cartel se advierte que la entrada en el castillo es bajo nuestra responsabilidad, ya que no tiene vigilancia ni mantenimiento y es cierto, la parte alta de la construcción carece de protección y puedes precipitarte al vacío, si no estamos atentos.
MIERCOLES 03/08: LEVKAS (38º49,98´N, 020º42,78´ E)
Anoche estuvimos paseando por Levkas, se nota que es una ciudad bulliciosa en verano, volcada con el turismo, nuevamente nos sorprende no tener que pagar amarre en el paseo marítimo, aunque si por llenar los depósitos de agua (7 euros), el único inconveniente ha sido el karaoke que teníamos a 50 metros de la popa.
Pasamos el canal con rumbo norte hacia Parga, inmediatamente tras pasar el canal salta un viento de 10-12 nudos, que nos permitió volver a navegar a vela el resto de la tarde.
Nos llevamos un buen susto a la altura del cabo Mitikas, unas millas al norte de Préveza, se extiende una enorme banco de arena hacia el oeste, la sonda bruscamente marcó de 60 metros a 4 metros, debe de extenderse una media milla en mar abierto, nos obliga a hacer un virada que sorprende a la tripulación casi sin tiempo para agarrarse donde pudo.
Pasamos el canal con rumbo norte hacia Parga, inmediatamente tras pasar el canal salta un viento de 10-12 nudos, que nos permitió volver a navegar a vela el resto de la tarde.
Nos llevamos un buen susto a la altura del cabo Mitikas, unas millas al norte de Préveza, se extiende una enorme banco de arena hacia el oeste, la sonda bruscamente marcó de 60 metros a 4 metros, debe de extenderse una media milla en mar abierto, nos obliga a hacer un virada que sorprende a la tripulación casi sin tiempo para agarrarse donde pudo.
LUNES 01/08: CALA ABELIKE (Meganisi) (38º40,14´N, 020º47,42´ E)
Tras la maravillosa rutina del desayuno en la bañera, continuamos nuestro rumbo norte. Aprovechamos la cercanía a Fiskardo, para adentrarnos en su puerto y que nuestros paparazzis puedan hacer su trabajo. Las guías turísticas comentan que es el pueblo más bonito del Jónico, como siempre suele pasar, cada uno tiene su propia opinión.
Al volver a mar abierto, salta un levante de 15 nudos, que nos permite navegar primero de aleta y posteriormente en orejas de burro, retenemos la botavara y utilizamos el tangón del spi, para atangonar el génova. Disfrutamos de la navegación a vela.
Fondeamos para comer a sotavento de la isla Maganisi, en O. Svarna. Por la tarde, el viento a caído totalmente, nos dirigimos a motor a la costa norte de Meganasi, buscando un fondeo para el baño y con el suficiente resguardo para la noche, nos decidimos por adentrarnos O. Abelike y amarrar con dos cabos por popa a unas rocas cercanas.
Pasamos la noche entre dos yates a motor, uno enorme a barlovento que protegía nuestro costado de babor de cualquier ola, pasamos una noche tranquila.
Tras nuestro habitual desayuno en la bañera, pasamos la mañana en Cala Abelike disfrutando del entorno, entre baño y baño, por la tarde arrumbamos a la entrada sur del canal de Levkas, nuestro objetivo es pasar la noche en el puerto de Levkas.
Al volver a mar abierto, salta un levante de 15 nudos, que nos permite navegar primero de aleta y posteriormente en orejas de burro, retenemos la botavara y utilizamos el tangón del spi, para atangonar el génova. Disfrutamos de la navegación a vela.
Fondeamos para comer a sotavento de la isla Maganisi, en O. Svarna. Por la tarde, el viento a caído totalmente, nos dirigimos a motor a la costa norte de Meganasi, buscando un fondeo para el baño y con el suficiente resguardo para la noche, nos decidimos por adentrarnos O. Abelike y amarrar con dos cabos por popa a unas rocas cercanas.
Pasamos la noche entre dos yates a motor, uno enorme a barlovento que protegía nuestro costado de babor de cualquier ola, pasamos una noche tranquila.
Tras nuestro habitual desayuno en la bañera, pasamos la mañana en Cala Abelike disfrutando del entorno, entre baño y baño, por la tarde arrumbamos a la entrada sur del canal de Levkas, nuestro objetivo es pasar la noche en el puerto de Levkas.
DOMINGO 31/07: KALO LIMINI (Kephalonia) (38º22,4´N, 020º37,0´ E)
Anoche estuvimos cenando en un “taverna” de Poros, las típicas especialidades locales a un precio bastante decente, unos 14 euros por persona.
Las previsión meteo para hoy anuncia un viento de F4-5, que esperamos arrecie el canal de las islas. A primera hora comienza la procesión de veleros, buscando la bocana del puerto, para poder continuar sus singladuras.
Arrumbamos al sur de la isla de Ithaka, buscando su protección, no queremos “sentir” el canal entre islas hasta el último momento. Una vez dentro del canal, descartamos el popular puerto de Fiskardo, ya que seguramente estará a tope en estas fechas, elegimos para pasar la noche la cala de Kalo Limini, que ofrece un estupenda protección para todos los vientos.
Fondemos frente a una pequeña playa y amarramos por popa a unas rocas, la cala está totalmente tranquila, compartimos este placer con otros dos veleros charter.
Las previsión meteo para hoy anuncia un viento de F4-5, que esperamos arrecie el canal de las islas. A primera hora comienza la procesión de veleros, buscando la bocana del puerto, para poder continuar sus singladuras.
Arrumbamos al sur de la isla de Ithaka, buscando su protección, no queremos “sentir” el canal entre islas hasta el último momento. Una vez dentro del canal, descartamos el popular puerto de Fiskardo, ya que seguramente estará a tope en estas fechas, elegimos para pasar la noche la cala de Kalo Limini, que ofrece un estupenda protección para todos los vientos.
Fondemos frente a una pequeña playa y amarramos por popa a unas rocas, la cala está totalmente tranquila, compartimos este placer con otros dos veleros charter.
SABADO 30/07: POROS (Kephalonia) (38º09,04´N, 020º46,90´ E)
Después de desayunar, nos confirma Dimitri la suspensión de la excursión a la playa del naufragio por motivos meteorológicos, así que nos preparamos para iniciar la navegación con rumbo hacia el norte, cruzaremos a Kephalonia.
Tras pasar la barra del puerto, nos encontramos con la anunciada F6, tenemos marejada en el canal entre islas, elegimos un rumbo amurados a la ola que permite a la tripulación “estar más cómoda” a pesar de que nos separamos unas 3 millas de nuestro rumbo previsto.
Una vez alcanzado el sur de la isla, buscamos la cara este en previsión de tener menos olas, a pesar de todo el viento sobrepasa los 20 nudos, para comer y descansar un poco fondeamos frente a la playa de Kakova.
Por la tarde seguimos hacia el norte, buscando el canal de Ithaka pero el viento alcanza puntas de 28 nudos, no hay necesidad de pasar un mal trago, cambiamos nuestros planes iniciales y arrumbamos al puerto de Poros, buscando resguardo. Quedan dos amarres libres, pero el viento cruzado no facilita la maniobra de largar el ancla y amarrarnos de popa al paseo marítimo, me preocupa que nuestra cadena se enrede en el resto, en un fondo de algas de 4 metros decido largar únicamente 20 metros pero no es suficiente y parece que garreamos, un velero vecino nos permite amarrar ambas proas y el problema queda controlado.
Tras pasar la barra del puerto, nos encontramos con la anunciada F6, tenemos marejada en el canal entre islas, elegimos un rumbo amurados a la ola que permite a la tripulación “estar más cómoda” a pesar de que nos separamos unas 3 millas de nuestro rumbo previsto.
Una vez alcanzado el sur de la isla, buscamos la cara este en previsión de tener menos olas, a pesar de todo el viento sobrepasa los 20 nudos, para comer y descansar un poco fondeamos frente a la playa de Kakova.
Por la tarde seguimos hacia el norte, buscando el canal de Ithaka pero el viento alcanza puntas de 28 nudos, no hay necesidad de pasar un mal trago, cambiamos nuestros planes iniciales y arrumbamos al puerto de Poros, buscando resguardo. Quedan dos amarres libres, pero el viento cruzado no facilita la maniobra de largar el ancla y amarrarnos de popa al paseo marítimo, me preocupa que nuestra cadena se enrede en el resto, en un fondo de algas de 4 metros decido largar únicamente 20 metros pero no es suficiente y parece que garreamos, un velero vecino nos permite amarrar ambas proas y el problema queda controlado.
VIERNES 29/07: AY NIKOLAOS (Zakinthos) (37º54,33´N, 020º42,57´ E)
Volvemos a las buenas costumbres, bañito matinal antes de desayunar, sin duda esta cala merece la pena a pesar de la complejidad de su fondeo, la belleza que nos rodea es absolutamente salvaje, las rocas de los acantilados dibujan un cortante perfil a nuestro alrededor, el agua absolutamente transparente, numerosos bancos de peces nos permiten nadar entre ellos, simplemente espectacular.
Navegamos el resto del día, bordeando la costa oriental de Kephalonia hasta poder cruzar a la isla de Zakhintos, tenemos interés en visitar la Cueva Azul y la playa del naufragio, nuestro destino es el puerto de Nikolaos, nuevamente amarramos a la griega con la inseparable compañía de un viento de 20 nudos, rápidamente nos organizamos para visitar la Cueva Azul en una de las múltiples lanchas que realizan el trayecto, la visita nos dejan impresionados, incluso nos han dejado junto a una de las grutas con una entrada de unos 50 cm de altura en la que hemos entrado nadando hasta unos 30 metros de fondo, donde la oscuridad se va adueñando del intenso color azul que produce la entrada de luz.
“Comemos” a las 17:30h, nos levantamos de la mesa cuando los franceses e ingleses se están sentando para cenar. Antes, durante y después de la comida, charlamos animadamente con Dimitri y su hermana, que nos cuentan sus aventuras en la pesca al curri del atún, no funciona la wifi del restaurante y nos colocan una alargadera para el portátil, no hay duchas y ponen a tu disposición la del restaurante, no hay luz y ponen una alargadera para la toma de corriente, no hay agua y ponen una manguera desde el pozo, un familia que realmente merece la pena, el local se llama “La Taberna del Puerto”, sin dudarlo repetiría este puerto y la comida en este restaurante, al navegar por estas aguas.
Un viento de F5, aúlla entre la jarcia el resto de la noche, mañana hay previsión de F6, la visita a la playa del naufragio tendrá que esperar al próximo viaje.
Navegamos el resto del día, bordeando la costa oriental de Kephalonia hasta poder cruzar a la isla de Zakhintos, tenemos interés en visitar la Cueva Azul y la playa del naufragio, nuestro destino es el puerto de Nikolaos, nuevamente amarramos a la griega con la inseparable compañía de un viento de 20 nudos, rápidamente nos organizamos para visitar la Cueva Azul en una de las múltiples lanchas que realizan el trayecto, la visita nos dejan impresionados, incluso nos han dejado junto a una de las grutas con una entrada de unos 50 cm de altura en la que hemos entrado nadando hasta unos 30 metros de fondo, donde la oscuridad se va adueñando del intenso color azul que produce la entrada de luz.
“Comemos” a las 17:30h, nos levantamos de la mesa cuando los franceses e ingleses se están sentando para cenar. Antes, durante y después de la comida, charlamos animadamente con Dimitri y su hermana, que nos cuentan sus aventuras en la pesca al curri del atún, no funciona la wifi del restaurante y nos colocan una alargadera para el portátil, no hay duchas y ponen a tu disposición la del restaurante, no hay luz y ponen una alargadera para la toma de corriente, no hay agua y ponen una manguera desde el pozo, un familia que realmente merece la pena, el local se llama “La Taberna del Puerto”, sin dudarlo repetiría este puerto y la comida en este restaurante, al navegar por estas aguas.
Un viento de F5, aúlla entre la jarcia el resto de la noche, mañana hay previsión de F6, la visita a la playa del naufragio tendrá que esperar al próximo viaje.
JUEVES 28/07: ORMOS AY ANDREOU (Ithaka) (38º18,2´N, 020º43,6´ E)
Amanece en la bahía de Vathi, calma, olas y viento se han tomado un descanso, aprovechamos para amarrarnos a un hueco libre del muelle, realizamos la maniobra a la griega, no existen muertos por tanto, debemos calcular donde largar nuestro ancla, esta hará las funciones del mismo, dando atrás nos acercarnos de popa al muelle hasta que podemos pasar dos amarras por seno, a sendas argollas destinadas a tal fin.
Después de estar acostumbrado a los puertos españoles e italianos, donde todo es pagar y los servicios cada vez son menos, sorprende gratamente que no tengas que pagar en los puertos, no prestan servicios, únicamente facilitan un punto de amarre para poder desembarcar cómodamente, muchos de los puertos tienen agua gratuita, en otros te abastecen con camiones cisternas a un módico precio, no necesitamos conectarnos a la electricidad, con la placa solar y el conversor a 220 voltios estamos abastecidos.
Dedicamos la mañana a darle una alegría a nuestra despensa en un mini-supermercado de “Karrefur” , en una frutería y una carnicería cercanas completamos la compra, el resto del tiempo nos convertimos en simples turistas buscando el típico recuerdo del cenicero que pone: “Yo estuve en Vathi”. La mañana finalizó con una comida en una preciosa terraza de una típica “taverna” griega, con mesas en el paseo marítimo a escasos metros de las popas de los veleros.
Sin tiempo para una siestecita, largamos amarras al arreciar el viento de la tarde, en un abrir y cerrar de ojos estamos con 20 nudos. No tenemos un punto preciso de destino, decidimos costear hacia el sur hasta en encontrar una cala que nos convenza.
Revisando la carta y el derrotero, elegimos la cala Ay Andreou en el suroeste de la isla de Ithaka, fondeamos en 12 metros y aproximamos nuestra popa a tierra, largando dos cabos a unas piedras que nos hacen de bolardos, el viento rola de NE a NW, pero TdB ni se inmuta, los tres puntos de fijación se lo impiden. El derrotero define esta cala con la siguiente frase: “La belleza salvaje de este lugar y su completo aislamiento no merecerán la pena para algunas personas”, no estoy de acuerdo hay pocos lugares como este. Pasamos al noche acompañados de otros 4 veleros, el viento acaricia los 20 nudos, unos de los veleros decide hacerse a mar abierto a las dos de la madrugada, con tal mala suerte que la cadena de su ancla está enredada con otra, los insultos en diferentes idiomas nos despiertan y todos suben a cubierta a contemplar el espectáculo.
Después de estar acostumbrado a los puertos españoles e italianos, donde todo es pagar y los servicios cada vez son menos, sorprende gratamente que no tengas que pagar en los puertos, no prestan servicios, únicamente facilitan un punto de amarre para poder desembarcar cómodamente, muchos de los puertos tienen agua gratuita, en otros te abastecen con camiones cisternas a un módico precio, no necesitamos conectarnos a la electricidad, con la placa solar y el conversor a 220 voltios estamos abastecidos.
Dedicamos la mañana a darle una alegría a nuestra despensa en un mini-supermercado de “Karrefur” , en una frutería y una carnicería cercanas completamos la compra, el resto del tiempo nos convertimos en simples turistas buscando el típico recuerdo del cenicero que pone: “Yo estuve en Vathi”. La mañana finalizó con una comida en una preciosa terraza de una típica “taverna” griega, con mesas en el paseo marítimo a escasos metros de las popas de los veleros.
Sin tiempo para una siestecita, largamos amarras al arreciar el viento de la tarde, en un abrir y cerrar de ojos estamos con 20 nudos. No tenemos un punto preciso de destino, decidimos costear hacia el sur hasta en encontrar una cala que nos convenza.
Revisando la carta y el derrotero, elegimos la cala Ay Andreou en el suroeste de la isla de Ithaka, fondeamos en 12 metros y aproximamos nuestra popa a tierra, largando dos cabos a unas piedras que nos hacen de bolardos, el viento rola de NE a NW, pero TdB ni se inmuta, los tres puntos de fijación se lo impiden. El derrotero define esta cala con la siguiente frase: “La belleza salvaje de este lugar y su completo aislamiento no merecerán la pena para algunas personas”, no estoy de acuerdo hay pocos lugares como este. Pasamos al noche acompañados de otros 4 veleros, el viento acaricia los 20 nudos, unos de los veleros decide hacerse a mar abierto a las dos de la madrugada, con tal mala suerte que la cadena de su ancla está enredada con otra, los insultos en diferentes idiomas nos despiertan y todos suben a cubierta a contemplar el espectáculo.
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