LUNES 08/08: ALBANIA 2

He dejado todos los tambuchos abiertos, quería despertarme con las primeras luces del alba pero a las 05:00 ya estoy sobre cubierta, es un momento perfecto para contemplar la constelación de Orión, ahora en verano ha sido relegada a un pequeño momento de gloria, pero en invierno volverá a reinar sobre el cielo estrellado.


Es demasiado temprano, una parte muy importante de mí se ha quedado en el camarote, a pesar de la hora me preparo el desayuno habitual: café, zumo y tostadas con mantequilla y mermelada.

Levo el ancla, iluminado por el despertar del día tras las impresionantes cumbres albanesas, lentamente voy dejando atrás el fondeo, me voy separando de la costa para aprovechar el leve viento del sur que se está levantando, a lo largo del día irá arreciando hasta los 15 nudos pero acompañados de una incómoda ola por la popa.

El mar permanece solitario, esta travesía es sorprendente, después de las concurridas aguas griegas, no se divisan otros veleros en esta inmensa soledad, pero no me siento solo, me siento completo en esta travesía. Deseaba intensamente llegar a esta parte del viaje, presumía que podía ser diferente, que cambiarían las percepciones que tengo de muchos sentimientos, pero la verdad es que está superando las expectativas, tiempo al tiempo.

La sonrisa me acompaña, los ojos brillantes otean el horizonte, lo que podría definir “no será para tanto” se está convirtiendo en “un sueño hecho realidad”, de esos sueños de los que nunca se quiere despertar.

Por estribor, dejo un importante emplazamiento de la antigua “Serenissima República de Venecia”, la isla de Sazan, anunciando la entrada a la bahía de Vlore, en el Cabo Gallovecit hay un excelente fondeadero protegido de viento sur, pero paso de largo, no quiero detenerme, no tengo un punto fijo de llegada, el viento decidirá donde puedo dormir hoy, doy rienda suelta a mi pasión en el TdB con rumbo norte sin volver la vista atrás.

El viento levemente comienza a caer, pero no lo suficiente para permitir que las olas se fundan con el resto de la superficie salada, la popa del TDB se zarandea al compás de este mar, arranco el motor para acomodarme a la nueva situación y equilibrar la sensación de surfeo.

Un nuevo y maravilloso día de navegación va llegando a su fin, el lugar elegido para fondear es la cara norte del Cabo Laghi (41º09,21´N, 019º27,47´ E), al sur de la ciudad de Durres, con una aproximación desde el sur o el oeste con bastante peligro, un bajo de ½ milla te obliga a darle resguardo antes de permitir que el ancla busque un nuevo fondo de arena sobre la que reposar.

El baño vespertino acompañado con la caricia de una suave y delicada puesta de sol, pone fin a uno de esos días para recordar y no olvidar.

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