Todo comenzó dos meses antes de las Navidades 2009, queriendo conjugar vacaciones, aventura y pasión, surgió la idea de pasar las navidades en un velero, en Canarias.
Tras afianzar la idea, empezó la preparación del viaje: derroteros, cartas, guías, faros, mareas… recabar información en la Taberna…. Pero se olvida algo y no sabíamos que…..hasta que un día… ¡coño¡.si falta el barco.
Nos decimos por las Islas Orientales, a priori un clima más cálido y estable. Establecimos nuestra base en Marina Rubicón, en un velero de 34 pies, cómodo para 3 personas.
Llego el esperado día de la partida, levantarse temprano, dos horas de antelación en el aeropuerto, facturación y pasar el control de seguridad. Parece que se retrasaba un poco el vuelo de IZIGET, nos cambian de puerta de embarque, nos dan un “changuich”, se rumorea que se suspende el vuelo, no hay más plazas hasta cuatro días después, ….pero al final, con 4 horas y media de retraso, despegamos rumbo a Lanzarote.
Al fin, Marina Rubicón…..revisamos el barco, firmamos el contrato y tomamos posesión de “nuestro hogar” para los próximos días. Un puerto muy recomendable, entrada amplia, muelle de recepción y gasolinera cómodos, pantalanes amplios, buenos baños y duchas, amplio servicio de restauración y tiendas, junto a las playas de Playa Blanca y Papagayo,……
La previsión meteorológica, no presagiaba nada bueno, bajas presiones ancladas en las Azores, en la Península caía de todo, y allí recibíamos un importante mar de fondo (3 a 4 metros) y un viento SW en puerto, de 30 nudos.
La ansiedad aumentaba, ¡¡ NO PODEMOS SALIR EN LOS DOS PRÓXIMOS DIAS”.
Resignación y navegación de interior, en coche alquilado: Parque Nacional de Timanfaya, Mirador del Rio, Cueva de los Verdes, Los Hervideros..… toda la ruta turístico-gastronómica típica. ¡¡¡Que buen recuerdo en El Golfo¡¡¡. El arroz con bogavante en "El Bogavante" para recordar, tanto en alta calidad como en precio asequible, todo bien regado con vino de la tierra y papas con mojo.
La estancia en puerto, a pesar de estar bien amarrados, se hacía incomoda. El puerto esta pensado, para el NE predominante y al venir el mar del SW, entraba hasta la cocina. La ansiedad por salir era enorme, pero el nivel de riesgo debía ser el mínimo, iba con la familia, que le gusta navegar “lo justito” y ante una mala experiencia, podían echarse atrás y no querer navegar.
Por fin, las previsiones de viento eran buenas, componente SW cayendo de 25 a 10 nudos, pero……., el mar de fondo se mantenía inalterado (3 a 4 metros) y evolución de fuerte marejada, amainando. Que si, que no, que salimos, que la ola larga del Atlántico, que nos mareamos, pero………¿IBAMOS A PASAR LAS VACACIONES EN EL PUERTO?.
La primera travesía programada en el portátil con las cartas electrogenas del “mazea”, era conocer las reacciones del barco, maniobras diversas y dormir en Puerto Calero a 7 NM, de Marina Rubicón, pero con el temporal ya no había tiempo para pruebas, ¡¡¡¡pues nada, decidido¡¡¡¡, directos a la Isla de La Graciosa, 45 NM.., y 9 horas de travesía prevista. Depósito de gasoil a tope (90 litros), con previsión de 3 litros por hora a 2000/2.200 rpm, nevera a rebosar de cerveza (también con “yogures”), comida para 4 días, y acostarse temprano que mañana tocamos diana prontito, amanece a la 07:15h, y solo tenemos 11 horas de luz.
08:15 UTC. Salida hacia La Graciosa.
Brrrrrrrrrrr, una hora tarde sobre el horario previsto.
La previsión meteorológica para este día, nos anticipaba viento de componente oeste, fuerza 4, rolando a componente N, amainando a F 2-3; marejada amainando a marejadilla, y mar de fondo de NW, de 3 metros. Solo escuchábamos la palabra “amainando”, el resto de información meteorológica, carecía de interés……el barómetro había subido desde 998 mb, hasta 1010 mb, en dos días.
Arrancamos el motor, tras unos minutos de calentamiento, ….mirando hacia todos lados, esperaba que saliera cualquier “vecino” con la correspondiente bronca tempranera, por despertar al respetable, a una hora tan “indecente”, en días vacacionales. Soltamos amarras, la situación del amarre facilitó mucho las maniobras, aproamos a la bocana y………
El viento y el mar de fondo, empujaba la embarcación hacia la playa, estábamos con sonda de 5 metros, no quise arriesgarme, aumente la revoluciones antes de iniciar la salida, …………..”Máximo 2 nudos en puerto¡¡”…..no pudo ser, había que asegurar una buena salida del puerto.
¡VAYA IMPRESIÓN ¡ encontrarse, de pronto, con esos muros de agua por la proa, en el seno de la ola, perdíamos el horizonte. Nos amuramos al mar de fondo, y recorrimos cierta distancia en contra de nuestro rumbo previsto, hasta tener una sonda más favorable y poder virar hacia el este, a través del Estrecho de la Bocayna.
El viento y el mar en la popa, ¿surfeabamos o navegábamos?, la sensación de ver las olas, izándote, acariciando la quilla y diciéndote “good bye”, era indescriptible. La sensación de “pequeñez”, cada vez que nos encontrábamos en el seno de la ola, junto con una tripulación deseando ser “tripusoles”, me hizo replantearme seriamente, virar y volver a puerto. Decidimos continuar hasta buscar el resguardo de la costa de Levante, y si allí seguían las mismas condiciones, entonces volveríamos.
Fuimos dejando por babor, las playas de Papagayo, la Punta Papagayo,………y al fin, el resguardo de la costa de Levante.
Hrb: 10:00 h (UTC). Ra: 075º: Por la amura de babor, se intuye Puerto Calero, tenemos un viento cómodo por la aleta, con mayor y génova “a todo trapo”, el GPS marca unos "impresionantes" 2,5 nudos, tras una hora “casi planeando”, calculamos arribar a La Graciosa, bien entrada la madrugada de pasado mañana……………Llamada por el móvil, al puerto de La Graciosa, (lo tenía de Internet) no contesta nadie, bueno, es fin de semana y fiestas navideñas, seguro que más tarde, hablamos con ellos.
Entre seis y siete nudos de viento, ¿que hacemos?, si vamos a pasar el día de “tripusoles”, pues a disfrutar, navegando a 2 nudos, pero estaba obsesionado con llegar con luz del sol, al puerto de La Graciosa, no conocía el Estrecho del Río ni la entrada la puerto, ni los amarres,…….únicamente, llevaba la información de la “imray”, muy buena, por cierto. Arrancamos el motor, enrollamos el génova, mantenemos la mayor para estabilizar y que aportara lo que buenamente pudiese, con ese viento, ganábamos medio nudo. ¡Bienvenido sean¡ . Seguimos a motor (2.000 rpm), con una velocidad de GPS de 5 nudos.
Salta el curri, los tripusoles dormitando, piloto automático y a por la caña, dar, recoger, dar, recoger,…….se suelta de pronto, que mal cuerpo se te queda, ¿Qué ha fallado?, ya está, seguíamos a 5 nudos y no he parado, la próxima lo haré mejor….no hubo próxima, el resto de la travesía.´
Después de conocer el Mediterráneo, me impresionó muchísimo ser el único velero, que alcanzaba la vista. ¡Era domingo¡ únicamente, aviste 2 veleros en toda la travesía. Día soleado, temperatura agradable, y de pronto, ¡truenos y centellas¡……. pero, pero, pero, las previsiones meteorológicas decían que……. Todos tranquilos, no necesitamos carta para orientarnos, estamos en el pasillo aéreo de entrada al aeropuerto de Lanzarote, y cada poco tiempo, brrrrrrrrrrunnnnnnnnnn
Hrb: 12:15h (UTC). Ra: 050º : Han pasado 4 horas, desde que soltamos amarras, y tenemos Arrecife, con Da=294º, y el Puerto de Los Mármoles, con Da=336”. La “dm” que indicaba la carta es 5ºNW, al ser navegación costera y el barco de fibra, no utilizaba el desvío de aguja. Segunda llamada telefónica al Puerto de La Graciosa, siguen sin contestar, ¡¡que raro¡¡ ¿no?
Nos acercamos a la zona portuarias de la Capital, para observar de cerca la ciudad, pero olvidamos el trafico pesado que tiene el puerto y las simpáticas olas que generan los ferrys de pasajeros. Dos millas de resguardo, y en busca del Cabo Ancones. Se podían observar las poblada zona turística de Teguise, con sus urbanizaciones, hoteles y playas ¿artificiales?.
Al tener por el través, el Cabo de la Paloma, observamos que en una zona concreta, hay una importante cantidad de ¿gaviotas?, creyendo ver señales de posible pesca, arrumbamos con nuestro curri, pasando por el centro, y………….nada. Tercera llamada telefónica al Puerto de La Graciosa……….utilizando otro número que viene en el derrotero….nadie lo coge.
Hrb: 16:20h (UTC). Ra: 320º : Cuarta llamada telefónica al Puerto de La Graciosa y no contestan.
Como suele ocurrir en estos casos, los indicios de motín en la tripulación comienzan….. que por qué no llamaste ayer, que no planificas bien la travesía, que yo no paso la noche navegando, que se pare “esto” que yo me bajo,….diez latigazos a cada tripusol, y vuelvo a tener el control de la nave.
Al doblar Punta Prieta, tiro de VHF, y empieza el festival, alternando el 6 y el 9, “Puerto de La Graciosa (3) aquí Velero X (3), cambio….”, miro el derrotero y el canal parece estar bien, pero el puerto, también se podía llamar “La Sociedad” o “Caleta del Sebo”,….que os voy a contar, seguro que el personal de la zona, se echo unas risas a mi costa.
Sumamos 8 horas de travesía, ya se puede oler el puerto de destino, vemos el precioso pueblo de Orzola, por nuestro través, y enfilados a la Punta de Pedro Barba en La Graciosa. El viento ha rolado a NE, hace una hora, pero prácticamente no supera los 4 nudos, desde que doblamos Punta Prieta, el mar de fondo vuelve a acompañarnos, con la misma dirección e intensidad de la mañana. Pasadas las 17:00, entramos en el Estrecho del Río, doblando la Punta Fariones (unas vistas espectaculares ¡), al fondo, se observa el puerto de La Graciosa y su colección de mástiles.
Ya dentro del Estrecho, ante la proximidad del puerto, no me quedo otro remedio ¡lo juro¡ tuve que usar el Canal 16, no quería pero….
Seguían sin contestar,………….me paseo delante del puerto, saludo al personal de las lanchas, a los de la playa, y cuando ya estaba decido a entrar por las bravas y abarloarme a un “glass-bottom”, aparece por la emisora nuestra querida Costera de Yaiza. Por hacer el cuento corto, los responsables del puerto estaban de vacaciones y no había nadie, terminaron pasándome por teléfono móvil con un guardia de seguridad, que estaba vigilando el puerto, me busco un amarre y “pa dentro”.
¡¡¡ Este mundillo marinero, nunca dejará de sorprenderme ¡¡¡