La previsión meteorólogica confirma fuerte marejada con viento de NE de 10 a 15 nudos. Salimos por la bocana del puerto de Denia a las 05:00 h., rumbo directo a la Isla de Conejera, entrada a la bahía de San Antonio, nos separan 55 millas.
Junto a nosotros, sale la flota pesquera de Denia, 10 ó 12 pesqueros en hilera por nuestro babor, que nos obligan a maniobrar y amurarnos a una enorme estela. El viento se establece en unos 15 nudos, todo el trapo fuera, amurados a babor, ceñida a rabiar y a navegar, la corredera marca 7,5 nudos y el GPS 6,8.
Luces en el horizonte, blancas, rojas, verdes,.........consultamos el sistema AIS, no aparece nada en pantalla, debe de llevar el transceptor apagado, ........confirmamos que es un pesquero de arrastre, maniobramos con un par de bordos para cederle la preferencia y evitar las redes por su popa.
Amanece, se establece la fuerte marejada prevista que nos hace perder practicamente un nudo, la navegación se hace incomoda, bastante incomoda, escorados y con continuos pantocazos. No podemos disfrutar del esperado amacenecer, el cielo está cubierto pero no amenaza lluvia.
Con las primeras luces del alba, lanzamos dos líneas de curri por nuestra popa, sin mucha esperanza de pescar con el estado del mar, pero sorprendentemente a los 10 minutos, salta la linea de babor, reducimos la velocidad a 2 nudos para no perderlo, capturamos una melva y el curri otra vez al agua.
En el horizonte. se vislumbra por la banda de estribor, la omnipresente Es Vedra, conocida por sus leyendas de fenómenos paranormales, poco después distinguimos por nuestra proa, las Islas Bledas y la Isla Conejera, anunciando la entrada de la bahía de San Antonio.
¡¡¡ Vuelve a saltar nuevamente el curri ¡¡. esta vez, izamos un precioso dorado, espectacular el colorido de este ejemplar. Recojemos las líneas de curri, ya tenemos comida suficiente.
Fondeamos frente a la playa de San Antonio, sobre las 15:00 h. Nos sorprende la cantidad de barcos fondeados junto a nosotros, sigue pareciendo verano. Limpiamos las capturas, mientras se enciende la barbacoa, nos damos un bañito. Damos buena cuenta de la comida y a descansar. ¡¡La siesta que gran invento¡¡
La salida hacia Palma de Mallorca, está prevista después de cenar, sin prisas, sin hora planificada.
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