Estamos amarrados en el puerto de la ciudad de Split, donde entramos en el amarre con calzador, dos pantalanes contiguos están separados por 3 esloras, tenemos la ventaja de que el viento está en calma.
Nos sorprendimos al divisar 3 veleros con bandera de cortesía española, que se aproximaban a la marina, uno de ellos amarró junto a nuestra banda de estribor. Se trataba de una reunión anual de cierto grupo mundial de jóvenes, que se reúnen una vez al año para confraternizar, este año les ha tocado navegar por Croacia, poco a poco el puerto se va completando con otros veleros de este grupo, son unos 30 en total, cada uno con un música distinta y a con el volumen a tope.
Decidimos salir a pasear por la ciudad y admirar el palacio de Diocleciano, cenamos en una taberna típica de la zona, conocidas como Konoba y nos fuimos a intentar dormir...........hasta las 05:00 h., que volvieron nuestros vecinos con una copilla de más....o dos.
Esta ciudad se puede utilizar de base para visitar dos de los parques naturales del país, el más cercano “Krka” está a una hora en coche, incluso se puede ir con el velero hasta la misma entrada, el otro “Pletvice” está a unas tres horas por carretera, este último es tristemente recordado como el primer lugar que el ejército serbio invadió, dando comienzo a la Guerra de los Balcanes en los 90.
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