TdB deja tras su estela la bocana de Rochella, el mar esta como una balsa de aceite, el viento ni ha venido ni se le espera, que le vamos a hacer seguiremos a motor otra travesía, aunque las previsiones meteo nos adelantan que a mediodía podremos esperar viento del norte.
Hace mucho calor, la navegación a motor permite desplegar los toldos sobre la bañera y sobrellevar un poco mejor la jornada.
Tras bordear aproximadamente la mitad del Golfo de Squillace, el viento hace su aparición estelar, no lo dudo un instante, arriba el trapo, abajo el motor, la intensidad del viento no permite hacer una media suficiente para arribar a Crotone con luz solar pero ya tendremos tiempo de volver a la contaminación acústica, disfrutemos del momento.
Aparece agua en la sentina, las botellas de vino están semisumergidas, cualquier cosa puede pasar, pero esto es lo único que me hace llamar a toda la tripulación a cubierta para repartir el trabajo, pero que digo, si estoy solo..........bueno, entonces me toca a mí hacer la prueba del algodón, meto el dedo en el agua y a chuparlo,¡¡¡es dulce¡¡, alguna junta debe estar perdiendo en el circuito de agua dulce, no es tan grave como parecía.
Crotone está cerca, antes hay que dejar Capo Rizzuto y Capo Colenne por babor, este último es una reserva natural, indicada por numerosas marcas especiales amarillas y negras, que obligan a navegar dando cierto resguardo al cabo.
Fondeo frente a la playa, próximo al puerto de Crotone, se espera que el viento siga soplando desde tierra, salvo un par de vistazos nocturnos, la noche pasa tranquila.
Después de desayunar, entro en el puerto de Crotone para repostar gasoil y agua, posteriormente tendré que elegir el rumbo para los próximos días.
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