Tras dejar Porto Vecchio de Crotone, se levanta un suave viento del Este, viento ideal para navegar con rumbo norte, hacia el interior del Golfo de Taranto.
La costa oeste está salpicada de pequeños núcleos turísticos, pero nada masificados, las playas son enormes, parecen no tener fin, debe de ser una zona de turismo interno italiano, no me suena haber visto publicitada esta zona en ninguna propaganda de agencia de viajes.
La ciudad de Taranto, parece ser que es originario el baile de la tarantela, tiene una isla fortificada donde se encuentra la “marina deportiva”, es el liugar elegido para las reparaciones y mantenimientos pendientes, el problema del agua dulce en la sentina se debe a que la botella de expansión del grupo de presión tiene una minúscula fisura, la cual gotea cuando esta con presión, parece ser que en ninguna tienda tienen la dichosa botellita, no me queda más remedio que utilizar la cinta americana para chapucear la fisura que reduce considerablemente su pérdida.
Son las fiestas del Carmen, aquí también¡¡, el barrio de pescadores contiguo al puerto deportivo, está de celebración, verbena y orquesta incluida. A media noche, los fuegos artificiales rompen la oscuridad, son bonitos y ...laaargos, 15 minutos de reloj.
Ya puestos a tener averías, deja de funcionar la luz roja-verde de proa, el cable que sale desde el candelero hasta la lámpara, ha estado rozando durante “algunos años” hasta que ha terminado pelándose y produciendo una derivación.
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