Hoy es día para madrugar, 75 millas por la proa y sin luces de navegación, a las 06:30 hora local, el TdB ya está dejando la bocana del puerto de Taranto en su estela, la alternativa para no navegar de noche sin luces, está en el puerto de Gallipoli, famoso desembarco de la 2º Guerra Mundial.
Tras virar Capo San Vito, un suave viento de componente sureste nos da la bienvenida, 11-12 nudos, nos permite navegar de ceñida todo la jornada hasta nuestro destino, el mar está teñido con una leve marejadilla que no molesta al TdB.
Parte de la travesía, la he dedicado a una primera reparación de la luz de proa, la he desmontado y saneado los conductores, había traído varios metros por si fuesen necesarios, para dar el toque final, necesitaré una caja de conexiones eléctricas estanca, que intentaré conseguir en los próximos puertos.
La verdad es que se agradece la información que te proporciona el radar, cuando tienes que trabajar en la camareta, sin poder estar pendiente del horizonte.
Al caer la tarde, doblando Punta Risolta, de pronto nos encontramos con el puerto de Santa Maria, una primera idea era fondear en la bahía, próximo a la bocana, pero el viento del sur no aconseja esta decisión, así que nos adentramos en el puerto para tomar un amarre. La bocana de este puerto, tanto de entrada como de salida, debe de cruzarse cerca de luz verde ya que hay un banco de arena junto a la farola roja, que deja el calado justito.
Después de baldearnos el barco y yo, me voy a dar una vuelta por el pueblo, el supermercado y la tienda náutica del puerto viejo (Sailor Man) ya han cerrado, así que las compras para mañana.
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