SABADO 14/05: ALICANTE–IBIZA (38º50,41´ N, 001º23,11´ E)


Apuramos los últimos momentos de descanso, el despertador nos avisa a las 09:00 (¡¡pero si es sábado¡¡).

Nos espera una travesía de aproximadamente 100 millas, desde Alicante a Formentera, tenemos previsto la partida a las 12:00, con la idea de llegar a Formentera amaneciendo, y poder fondear en alguna cala, con luz diurna.

Las últimas compras (¡¡ hielo ¡¡), mosquetones para la línea de vida,…según lo previsto, nos despedimos de nuestro amarre hasta dentro de 5 meses, ponemos rumbo a ¡¡ LA GASOLINERA¡¡, llenamos tanques y garrafas de reserva …………¡¡empezamos bien¡¡, se rompe la cerradura de unos de los cofres de la bañera, en la tienda náutica no tiene repuestos, esperemos que sea una anécdota.

Mediodía en la bahía de Alicante, soleado, mar rizada, 10 nudos de viento, ¡¡día perfecto para navegar¡¡,..... por encima, contamos unos 30 veleros, incluso una regata de club, que tiene una boya junto al Cabo de Huertas.

Nuestro rumbo directo a Formentera es de 70 grados,¡¡ para no variar¡¡. la fábrica de Eolo esta delante de nuestra proa, con la mayor izada para buscar algo de ¡¡ sombra ¡¡ y la ayuda del motor, ponemos rumbo directo a nuestro primer fondeo en este viaje, la velocidad no llega a 6 nudos.

A la hora de la comida, damos buena cuenta de la ensaladilla que había preparado la noche anterior. Comida ideal en navegación, por aquello de la buena adherencia al fondo del plato, junto a un gazpacho andaluz, bien fresquito.

El viento ha rolado al SE, nos permite navegar a vela entre las 17:00 y las 20:00, nuevamente a motor hasta que las previsiones meteorológicas comienzan a cumplirse.

21:00: Volvemos a poder utilizar las velas, la luna está prácticamente llena, perfecta iluminación natural, para lo que se avecina de madrugada.

¡¡RIRRIIRIRIRIRIRIIRIRIRIIRIRI¡¡ Salta por primera vez el curri, paramos el barco, le damos 300 mts de sedal de 0,4 mm y tras 20 minutos de forcejeo con “el bicho”................nos quedamos con un palmo de narices, la línea se ha roto........cenaremos fiambre y nuestra provisión de rapalas ha disminuido.

22:00: Podemos navegar de ceñida, 17 nudos de aparente, primer rizo en la mayor. Sobre la costa de Javea, se están formando nubes de desarrollo vertical, con una velocidad pocas veces observada, rápidamente los primeros rayos se dibujan sobre el horizonte de la costa.....la velocidad va aumentado a 6,5 nudos y el mar, con principios de marejada.

24:00: Segundo rizo a la mayor, recogemos un tercio del génova, 23 nudos de viento aparente, la marejada comienza a incrementarse. En el radar, detectamos que varios chubascos desde las proximidades del cabo de San Antonio, se dirigen a nuestro encuentro, caemos 10 grados a estribor para dejarlos pasar por nuestra proa, ¡¡no nos han tocado¡¡.

01:00: Ceñida a rabiar, el viento aparente sigue incrementándose, arriamos la mayor, motor a 2000 rpm y dejamos un tercio del génova, alcanzamos puntas de 32 nudos, según lo que habíamos previsto, tendríamos que sufrirlo durante un par de horas hasta alcanzar el reguardo de Ibiza y Formentera.

Alcanzamos nuestro primer destino a las 07:00h, en la playa de Ses Salines en Ibiza, fondeo en 8 metros de profundidad y a dormir.

Algo repuestos de nuestra primera noche, nuestra primera tarea es inaugurar la temporada de baño, después de comer inflamos la embarcación auxiliar y nos vamos a tomar café, a uno de los chillout de la playa....terminamos tumbados sobre la fina arena de la playa, recargando nuestras pilas, bajo un sol que poco a poco, va ganando terreno a las nubes.

2 comentarios:

  1. Sábado 14 de mayo

    Amanecemos con un día estupendo para navegar. Lo primero, a darse una duchita y asearse, que no sabemos cuando volveremos a tocar puerto. Voy caminando por el pantalán preocupado por los pelos aplastados que llevo hasta que me cruzo con dos abuelos en pijama largo de rayas.. fuera complejos, de mayor quiero ser como ellos. El agua está tibia, para variar, porque tampoco es que nos hayamos pegado el madrugón, y el agua caliente en los baños que hay en los pantalanes no es infinita.
    Últimos preparativos, visita a la tienda de acastillaje, 100 euros de gasoil y más o menos al mediodía estamos saliendo a mar abierto. La cosa comienza bien porque hay algo de viento, la mar un pelín rizado y solecito, así que izamos la mayor y a untarnos de crema. Encontramos bastantes veleros navegando, y todos en el mismo sentido. A que va a haber una regata y estamos en medio del campo de regatas…pues eso mismo.
    Ponemos rumbo a Formentera y vamos viendo como se aleja la costa: Alicante, San Juan, Benidorm, Altea, Moraira, Denia…Ha bajado el viento y vamos a motor porque los cálculos no salen para llegar a Espalmador en la madrugada del día siguiente. Por la tarde navegaremos a vela y a motor, a ratos, según pinte, mientras vamos viendo como se forma una tormenta que descargará por la zona de Denia. Nos cruzamos con un par de cruceros y algún que otro mercante. Velas, las nuestras y para de contar. Hay poco tráfico y llevamos activada la alerta del radar y el AIS.
    Al anochecer el viento arrecia, como indicaba el parte, y tenemos que poner el primer rizo. Navegamos con luna casi llena, y con la luz justita para ir toreando las olas que empiezan a crecer. Por la aleta de estribor vemos los relámpagos de la tormenta de la que nos hemos librado, la que está cayendo en la costa!!!
    El viento sigue subiendo y metemos el segundo rizo. Está visto que con este tiempo no vamos a poder entrar en Espalmador así que enfilamos Ses Salines (Ibiza) que es más fácil para entrar de madrugada y está más resguardado. Ya pasada la medianoche, con puntas de +30 nudos y después de irnos de orzada por cazar demasiado la escota del génova (manazas que es uno) quitamos todo el trapo por prudencia y ponemos motor para ir más tranquilos. Los que no van a la rueda se acurrucan en la bañera para tratar de esquivar los rociones que nos salpican, cada vez con más frecuencia (bendita capota..). Al menos el agua está caliente, porque media hora a la rueda y ya tengo la cara en salmuera. Por estribor vemos desfilar la isla de Formentera y en la proa empieza a adivinarse el perfil de Ibiza. A estas horas y con el rumbo que llevamos lo primero que se ve son las luces del aeropuerto, lo que nos viene de cine, porque la playa a la que vamos está justo enfrente.
    Una vez al resguardo de la isla de Ibiza el viento baja lo suficiente para poder sacar las velas otra vez, que aquí venimos a lo que venimos. Hacemos 3 largos bordos, entre Es Vedra y los Freus, surfeando las olas en lo posible y dando algún que otro pantocazo de vez en cuando porque la luna ya se ha ocultado y no se ve un carajo.
    Me voy abajo a echarme un rato porque tengo la espalda molida y me despierta el ruido del fondeo. Cuando oigo el pitido del motor al pararse me doy la vuelta para el otro lado y a descansar que nos lo hemos ganado y mañana no toca ir a la oficina

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  2. Domingo 15 de marzo

    El día del Señor se respeta aquí y en Soria, y más aún después de la navegada de ayer. Me hubiera gustado ver amanecer en Ibiza pero lo dejaremos para la próxima y nos levantamos bien entrada la mañana. Cielo encapotado y sólo tres barcos fondeados en Ses Salines : un áleman, un francés y nosotros. Por la playa se ve gente paseando y empieza a haber movimiento en los chiringuitos. Aperitivo, bañito (yo el último, que soy el más friolero), algo que podriamos denominar “brunch naútico” con la típica ensalada “de lo que haya” y a echar la siestecita para recuperar. Cuando nos despertamos ha mejorado el tiempo y se presenta una tarde soleadita y tranquila. Hinchamos la auxiliar y bajamos a la playa a tomar el cafecito. Lo mejor, lo monas que son las camareras de los chill-out, todas vestiditas de blanco, como en la canción. Una miradita de esos ojos negros, una sonrisa de oreja a oreja, un gracias con ese ligero acento italiano y casi no duele que te soplen 3 euros por un café.
    Volvemos pronto al barco porque mañana toca madrugón para la segunda tirada larga del recorrido. Tenemos que levantarnos a las 4 de la mañana para llegar a Cabrera y fondear allí con luz. Juan nos prepara su primera especialidad: revuelto de calabacines con patatas paja. Charleta, discusión sobre la meteo y a dormir.

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