No he pasado una buena noche, no he descansado. Nos asignaron un amarre en la zona de espera junto a otros tres veleros, en la zona exterior del muelle junto a la bocana, la marejada nos ha mecido toda la noche, ¿mecido?, NO¡¡, nos ha hecho cabalgar¡¡, duermo en el camarote de proa y contaba los pantocazos en lugar de la ovejitas, no os recomiendo este puerto con marejada de levante.
Amanece un cielo plomizo, cubierto y con previsión de chubascos para la tarde.... ¿soy yo?, ¿me falta la alegría?¿la ilusión?........debe de ser el día¡¡...........como no¡¡, Eolo nos sigue enviando toda su producción desde el noreste. Menorca se nos resiste, parece imposible alcanzarla (lo dicho, hoy lo veo todo negativo).............la banda de chubascos se aproxima por el sur, la noche anterior habíamos visto las imágenes de inundaciones en la península, el trabajo resultaba infructuoso, por tanto aliviamos la tarea de nuestras velas y con la ayuda del motor, buscamos directamente la costa sur de Menorca.
El cielo y yo, seguimos plomizos, ni un rayo de sol ni una sonrisa.........pero, ¡no hay mal que cien años dure¡.....parece que el chubasco nos dará tregua y el viento rola lo suficiente para poder navegar a vela.......rumbo directo a Cala Galdana, prevista la llegada para la hora de comer.
Cala Galdana es una de las grandes calas más bellas de Menorca, impresiona la aproximación desde el sur, se aprecia un corte en la abrupta costa, el agua turquesa comienza a reflejarse, se distinguen dos veleros en el interior y......un hotel blanco, cuadrado y...feo. No todo iba ser perfecto, pero parece que el sol quiere volver en nuestra compañía y mi sonrisa con él.
Tras dar buena cuenta del tabulé sobrante del día anterior, en la auxiliar “semiseca” nos dirigimos a la playa a tomar un café “de chiringuito”. La escena se desarrolló de la siguiente forma, inflamos la zodiac y al agua con ella, cuando íbamos a montarle el motor, Jorge y yo miramos los remos y ¡más chulos que un ochoi...nos decimos: “pero si no está tan lejos”, allí nos veis a los dos dándole a los remos,( jajaja, falta fondo) nos planteamos volver al barco a recoger el motor, pero que no se diga, somos dos tíos y no íbamos a dar nuestro brazo a torcer................bueno, la verdad es que no queríamos defraudar a nuestro público en la playa.
Por la tarde, buscamos en la Guía Náutica una cala para pasar la noche fondeados, dudábamos entre Cala Porté y Cala Covas, al final fondeamos bajo el acantilado donde se enclava la exclusiva discoteca Cova d´en Xoroi, aprovecha las cuevas naturales de los acantilados.....pero menos mal que abre los fines de semana y pudimos dormir.
El fondeo en esta cala presenta el problema del borneo, por la noche dormidos puede ser un asunto bastante serio y acabar sobre la pared de los acantilados, decidimos fondear con dos anclas (proa y popa), limitando el borneo a un par de metros a cada banda.
El Tierra de Barros dispuso en exclusiva de la cala, durante toda la noche..........tanto el sol como la sonrisa siguen pendientes de alcanzar un punto aceptable......pero todo llegará ¡
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