Hoy cada uno se ha levantado cuando el cuerpo se lo ha pedido, no hay plan matinal de navegación.
Después del desayuno me he ido a recorrer la ciudad, merece la pena subir a la fortaleza que la preside, encontramos ruinas del siglo II AC, así como numerosos vestigios de la época griega y de nuestra gloriosa época de Carlos V, los frescos de la cúpula de la basílica recuerdan a las de El Escorial.
Las calles son muy estrechas, en algunos casos no llegan a los 2 metros de anchura....te juegas la vida cuando coincides con el motocarro del lechero, del panadero, del pescadero, del frutero....parece que todos los negocios tienen tres ruedas.
Partimos a última hora de la mañana, con la idea de fondear al sur de Panarea, en Cala Junco.....llegamos a la hora de comer española...la cala está a tope pero encontramos un lugar para fondear en el mismo centro, nos miraban con la típica expresión “pero donde van estos, los españoles siempre dando la nota”.........nos dimos cuenta que nuestra música, quizás estaba un pelín alta.
Comida, baño, siesta y rumbo a Stromboli, para pasar la noche fondeados al pie del volcán, en la zona conocida como San Vicenzo.........se nota la proximidad del verano, la temperatura del agua está por encima de los 27 grados, el viento es mínimo y las horas de navegación a motor máximas.
Llegamos con la puesta de sol, en la zona de fondeo había unos 40 veleros, siguiendo nuestra tónica habitual, pasamos entre todos hasta fondear en un hueco en el centro, teníamos idea de cenar y sobre medianoche, levantar el fondeo para dirigirnos a “Sciara del Fouco” con la ilusión de poder ver algo parecido a la lava, pero lo único que se apreciaba era el resplandor rojizo de la lava en el cráter y un humo muy denso, con olor sulfuroso.
Después de la mini-excursión nocturna, volvimos a nuestro anterior punto de fondeo para pasar la noche.
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