Llegamos a Capo Testa de noche, de noche oscura, oscura y con algo de niebla, habíamos elegido un posible fondeadero para pasar la noche, próximo al faro. Según nos aproximábamos subía la tensión, de noche todos los gatos son pardos, a poco más de un nudo entramos en la pequeña bahía apoyándonos en el radar y la carta electrónica, fondeamos en 10 mts., a unos 100 mts de la costa, no distinguimos el perfil de la misma.
Llevábamos una racha con la meteorología, que estaba pensando que nos iba a tocar lo de “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, pero parece que de momento, el verano ha llegado para quedarse.
Amanecen los días soleados y claros, el cielo parece haber liberado de sus obligaciones a las nubes, los fondeos donde pasamos la noche, simplemente espectaculares, fondos de arena, aguas turquesas absolutamente transparentes.......próximos a nosotros, podemos observar uno o dos veleros, que comparten las puestas de sol
Uno de los placeres del fondeo en calas: baño matutino antes de desayunar para terminar de despertarse, desayunamos y levantamos el fondeo.
Navegamos entre las islas del Parque de la Maddalena, donde el viento ha moldeado de forma caprichosa y sugerente las formaciones de granito, alternamos los desplazamientos cortos con los fondeos en las numerosas calas, prácticamente desiertas en esta época, en Agosto se convertirán en un hervidero de gentes disputándose un lugar de fondeo.
Estos últimos días transcurren sin nada reseñable, poco navegar y mucho vaguear, las reservas de cerveza y patatas fritas escasean, pensaremos en ir a puerto.
Son las 5 de la tarde, el termómetro del agua marca 26ºC, ¡calda, calda¡
Mañana será una gran día......POR FIN, HA LLEGADO EL VIERNES..................doble cacillo de ron para la tripulación¡¡
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